lunes, 13 de febrero de 2012

Comenzamos a proyectar



La estación de Barcelona-Sagrera, será la estación ferroviaria primera en España en trayectos internacionales, y la segunda en trayectos nacionales. Esta estación será la puerta de entrada y salida de todo tipo de trenes, en especial de alta velocidad, hacia toda Europa . La estación se ubicará en el barrio de La Sagrera, uno de los que conforman el distrito cerca de los talleres de San Andrés Condal.Como primera práctica de proyectos tendremos que introducir alguna modificacion en este intercambiador.

Pensando en que podemos mejorar en un intercambiador de estas características me remontaba a mi época de instituto, cuando día tras día usaba cercanías, metro y bus para ir y volver del colegio.

Un problema que detecté en la red de transporte público en este tiempo es el que produce el tema del equipaje. Aquellas personas que llevan algo más que el maletín a la oficina, o la mochila con los libros de texto, para llegar a dónde fuera, vivían verdaderas contrariedades. Turistas, trabajadores, estudiantes Erasmus… cuando llegan a la ciudad dónde van a pasar un tiempo, llevan consigo grandes maletas, y en muchas ocasiones incluso más de una. Por ello se ven expuestos entre otros problemas a:

-Dentro de los transportes, ocupan un gran espacio que la mayoría de vagones de tren, coches de metro o autobuses no tienen habilitado para ello, y de igual forma pueden crear un malestar en el resto de viajeros. De hecho, muchos chóferes de buses no les permiten el paso y deben esperar a que el siguiente sea más permisivo y haga la vista gorda o buscar un modo alternativo para llegar a su destino





-Complicaciones para realizar todo tipo de transbordos, ya que aunque sus maletas lleven ruedas no evita que tengan que realizar grandes esfuerzos para subir escaleras, y en caso de que las haya mecánicas, normalmente obstruyen los dos “teóricos carriles” que existen en éstas creando atascos que no son del agrado de aquellos que llevan más prisa. 


- En muchas estaciones, puertas, tornos y demás elementos de acceso no son lo suficientemente anchos para permitir una entrada sencilla a estos viajeros. 

-El portar este equipaje es en muchos casos un distintivo, que indica que esta persona es de fuera y desconoce los peligros de la nueva ciudad, que puede llevar una gran cantidad de dinero en efectivo, y que al tener que estar pendiente de su equipaje y de la novedad que supone el moverse en esta red vaya más despistado y desprotegido, lo que sin duda, muchos de los pícaros con que convivimos hoy día no desaprovecharán para hacer caja. 



-Por último, aquellos viajeros que detienen su viaje durante unas horas para descansar o hacen escalas del trayecto, no podrán aprovechar para ver el lugar en que esperan,(o si lo hacen, será de una manera muy incómoda ya que deben vigilar sus pertenencias). 

La solución que propongo es instalar en la red de transportes, una subred que se encargaría de transportar el equipaje de los viajeros para así evitarles estos problemas. El nombre para este revolucionario sistema es “CarryingBox”. Como su nombre indica, consiste en unas cajas, donde introducimos nuestra maleta y que “viaja” hasta donde queramos. La idea sería que toda la red de transportes estuviera sincronizada para llevar a cabo este sistema y que tú dejando tu equipaje en tu estación de partida, pudieras olvidarte de ella hasta llegar a tu estación de destino, e incluso llegando más lejos, hasta la propia recepción del hotel donde vayas a alojarte. El sistema consiste en una red dentro de cada estación que tenga unas vías de emisión y llegada de estas cajas, además de un lugar de almacenaje. Para acceder a las cajas, en la estación se colocan unas cabinas o taquillas dónde introduces tus datos en un centro informatizado y aquello que quieras transportar en el cajón. Los cajones serían de unas dimensiones estandarizadas para poder moverse sin problema por todo el territorio que instalara CarryingBox en su red. 





Al dar tus datos en la taquilla, la caja que hay en su interior adquiere una identidad, un código que el ordenador usará para saber cuál es el destino de esa caja e ir mandándola al medio de transporte necesario para que llegue a su destino. De la taquilla, la caja desciende a una red mecanizada que lleva la maleta a por ejemplo un centro de almacenaje dónde esperará la llegada del medio de transporte que le corresponda, metro, tren, avión.. Cuando un tren se detiene en una estación las cajas que deben hacer transbordo en ese lugar, “se bajarán” del tren e irán por estos conductos al siguiente transporte. El uso de estas taquillas en las estaciones ayudaría a evitar robos o confusiones (como los que puedan producirse en las cintas de los aeropuertos) y las aglomeraciones que estos mismos producen. Desde teléfonos móviles con conexión a Internet, podremos saber dónde se encuentra nuestra maleta, y también cuando esta llegue a su destino, se nos avisa en qué taquilla recogerla, y qué cifrado emplear para abrir la propia taquilla. Existirían distintos modelos de cajas, siendo uno el más convencional, pero existiendo también uno plus dónde meter objetos más grandes como bicicletas por ejemplo. El servicio se incluiría en el billete del viajero, que también podría ser indispensable para la apertura y cierre de las taquillas. 


CarryingBox es un ambicioso proyecto que requeriría la aprobación de los distintos consorcios de transporte y la habilitación de las estaciones y los propios vehículos. Pero para el proyecto en que nos encontramos, podría llevarse a cabo una medida más austera como inicio del verdadero proyecto.


Hemos dicho que CarryingBox serviría para evitar llevar las maletas durante todo el trayecto, pero este nuevo sistema, también tiene una función de almacenaje. Serviría especialmente para aquellos viajeros que tengan unas horas muertas entre cambios de transporte, y dejando las maletas en estas cajas pueden aprovechar para visitar la ciudad sin tener que cargar con ellas; también podría ser empleado por aquellos más deportistas que desearan ir desde su lugar de residencia hasta las estación en bicicleta, y volver de nuevo por la tarde, sin el miedo a que unas cizallas puedan haber cambiado su bicicleta de sitio en su ausencia.



Estos dispositivos incluirían en su interior sistemas de sujeción y paredes acolchadas para evitar deterioro en aquello que introduzcamos, además de tomas de corriente para que mientras paseamos esperando el próximo tren nuestro teléfono móvil u ordenador portátil pueda estar recargando batería en un lugar seguro.

El que las cajas pasen de la taquilla a una red subterránea, permite que empleando la mínima superficie transitable (la que ocupan las taquillas, que incluso podrían ser empotradas en los muros), podamos guardar un mayor volumen de equipaje en zonas no transitables (almacenes subterráneos..) obteniendo así vestíbulos y corredores más libres y fluidos.

Despido el post con un video realizado para aportar más información de este invento.

¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?

Buscando soluciones para la mejora de la Sagrera